23 agosto 2020

GARANTIZAMOS TU SONRISA

 

Corría el año 2007, aún nadie le daba importancia a las noticias que llegaban desde Estados Unidos y Europa y que hablaban de supuestas hipotecas subprime o algo así. Lejanas cosas financieras de la prensa sepia, que a nadie importaban. En España, la ETA seguía matando y la afición ciclista se alegraba de la victoria de Alberto Contador en el Tour de Francia.

Antes de que aquel año llegara a su fin, en la calle Luis Montoto de Sevilla, se abrían las puertas de un pequeño y discreto comercio. Su nombre, Fiestamanía. Su misión, llenar Sevilla de disfraces y artículos de fiesta, ferias y celebraciones. Su lema, garantizamos tu sonrisa.

Fundado por el empresario sevillano Paco Francés Rodríguez, el comercio se distinguió entre las madres que encontraban allí los disfraces para las fiestas de sus hijos, sus cumples, sus comuniones.... Entre los jóvenes que buscaban motivos divertidos y picantes para despedidas de solteras o solteros. Fue el recurso de los colegios para organizar fines de curso o celebraciones navideñas. Era el refugio de los carnavaleros, que se surtían de equipamiento antes de partir hacia Cádiz. Y en Halloween ampliaban los horarios para atender las largas colas de clientes, apurando el tiempo antes de la noche de brujas.

Paco era un empresario hecho a sí mismo. Valiente y arrojado, no se acobardaba ante las dificultades. Atravesó la gran crisis de 2008, aprovechando la oportunidad para mudar su negocio al otro lado de la acera, a la esquina de Luis Montoto con San Benito, donde todos les recordamos. Frio y calmado ante los problemas y trabajador como pocos, Paco incorporó al negocio a sus hijos Sonia, Yolanda y Manuel, además de a dos empleadas que eran como familia, Carmen y Amparo.

El negocio prosperó y una sucursal fue abierta en Triana en 2017. Sevilla reconocía el surtido y cercanía de su servicio, la personalización de fiestas y la amable atención. El pequeño comercio de Sevilla se adornaba con estas tiendas que llenaban de luz y color la Navidad de la ciudad. Las televisiones se personaban allí durante las temporadas de mayor afluencia, entrevistando a las empleadas y clientes.

Por mi parte les debo un agradecimiento adicional. De ellos recibí ayuda y consejo en mi primera etapa de empresario, incluyendo un espacio de almacenaje en sus amplias instalaciones. De no haber sido por ellos, hoy no sería el empresario que soy.

En 2019, la dureza del negocio y el auge de competidores, llevaron a tomar medidas correctoras eliminado superficies, primero con el cierre de la sucursal y después trasladando la tienda principal a un local más modesto, siempre en su barrio de La Calzá

Pero en 2020, la crisis del Covid-19 ha agotado las pocas fuerzas que le quedaban a nuestra pequeña y querida Fiestamanía, que cierra sus puertas para siempre. Uno de tantos comercios que bajaron su persiana un buen día de primavera, para no volver a subirla nunca más. Una riqueza y unos empleos que se pierden, en silencio, sin ruidos ni noticias en la prensa, como caen los grandes que nunca presumieron de nada.

Gracias por estos años de ilusión y fiestas. Todos los que alguna vez sentimos chispas de alegría al entrar en vuestra tienda, nunca os olvidaremos. Para siempre seguiréis garantizando nuestra sonrisa.

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