El lanzamiento de un libro siempre es buena noticia para el
prestigio de un idioma y para la riqueza cultural de un país. Si el libro que
se lanza es de un tema que te apasiona, entonces estás de enhorabuena, porque
leerlo te otorgará horas de diversión, muchas emociones y nuevos conocimientos.
Pero si lo
has escrito tú,entonces…es difícil
explicar lo que ocurre entonces.
En unas cuantas semanas, la novela que he estado escribiendo durante cinco años
verá la luz. Cinco años en los que descubrí que solo había una cosa más
apasionante que leer… escribir aquello que te gustaría leer.
Quizá no lo hayan intentado nunca,
pero en mi caso, comenzar a escribir un libro supuso el paso natural desde el blog
o los artículos en prensa y revistas. Una decisión que tardó en llegar,
pero de la que me alegraré siempre.
“Tienes talento”, me decían, "anímate a escribir un libro".
Pero el trabajo nunca fue buen compañero de la mente creativa y hasta 2012
no encontré ni las fuerzas ni la motivación para dar el salto. Un día, Fortuna
tuvo a bien dirigirme una sonrisa y cambió mi vida, porque me despidieron. Con
una patada en el culo, a primeros de septiembre. Bien fuerte, sí señor. Ese fue
mi primer vuelo en solitario, impulsado en este caso por el zapatazo del jefe
en mis nalgas. Aún no lo sabía, pero aquel, fue el primero de los días
más creativos de mi vida. Mi ocioso cerebro aprovechó a partir de entonces para
poner a funcionar neuronas subestimadas que llenaron de color mi recién
estrenada mente de escritor.
¿Sobre qué escribir? Para mí, la opción estuvo clara desde
el principio: los mitos religiosos, el cristianismo y sus misterios, la
historia y enigmas que rodearon la conformación de las creencias que hoy
consideramos tan cotidianas como inamovibles.
Desafiar a lo oculto. Investigar misterios y crear historias
que ayuden a comprenderlos. Escuchar los consejos de los que ya escribieron,
beber de las mismas fuentes, rebuscar en perdidas librerías aquellos ejemplares
extraños que necesitaba leer para escribir. Llenar la mesa de libros abiertos,
llenar sus páginas de pósits de mil colores, llenar los ratos de ideas y
transformarlas en notas con apuntes por todas partes.
Mes tras mes y año tras año, solo he leído aquello que
contenía la información más valiosa para mi propósito. En la recta final, este
enorme puzle en que se había convertido mi obra fue completando sus piezas, que
luego se fueron conectando unas a otras, hasta que, con un sonoro clic,
conformaron un todo armónico.
Allí estaba. Por fin. La tinta se secaba sobre el papel
blanco. El alambre perforaba los márgenes de los folios, uniéndolos en aquella
primera versión que reposaba sobre la mesa.
En sus páginas, los personajes cobran vida: hablan, sufren, temen, viajan y se enamoran.
En sus páginas, los personajes cobran vida: hablan, sufren, temen, viajan y se enamoran.
Un relato sobre el Tiempo a través del Tiempo.
Un viaje por la Historia de la Humanidad, para desvelar los
mayores enigmas que salpican nuestras creencias, desde sus comienzos hasta la
actualidad.
Un épico relato acerca del universo, el amor, la guerra y la
esperanza…
No ha quedado mal del todo…
Muy pronto a la venta: EL REFLEJO DE LA DIOSA.
Y él hablará mal contra el Excelso y atropellará lo santos del Altísimo, y se creerá con facultad de mudar los tiempos, y las leyes, y serán dejadas de su arbitrio todas las cosas por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo.
Daniel 7, 25