Y nada de federaciones. Nosotros no somos Estados Unidos o Suiza……Tenemos la obligación de hacer de España un gran país.
Finales de verano de 218 a. C., bahía
de la ciudad de Emporión (Ἐμπόριον),
costa noreste de Iberia. En la playa se han concentrado cientos de hombres,
mujeres y niños. Otros muchos rezagados descienden a la carrera desde las
murallas de la ciudad hasta sumarse a la multitud. Muchos son refugiados, que
han llegado hace poco, familias enteras huidas de la guerra y del saqueo. Todos
observan el horizonte conteniendo la respiración. Un horizonte en el que a
primera hora de la mañana se han dibujado docenas de velas cuadras impulsadas
por el viento de oriente.
Algunos hombres están postrados
en oración en contacto con el agua, implorando a Tritón. Hay sacerdotes indígenas
que elevan plegarias hacia el cielo, morada de Betatvn. De pronto, un rumor de
júbilo comienza por un extremo de la multitud. Un chico de buena vista, afirma
haber leído las letras del pabellón de la nave más cercana. Ciertamente ya casi
pueden verse los remos golpeando el agua, casi se atisba la espuma blanca rompiendo
en la proa. El rumor se extiende poco a poco y en segundos se convierte en algarabía
colectiva, en alegría desbordada, en saltos de alivio, descanso y vida. Entre lágrimas
de ilusión, el terror escapa de sus almas por fin, abriendo las ventanas a la luz
de un nuevo cambio. El grito que se extiende desde la playa hasta la ciudad
entera es un clamor de esperanza… “Son los romanos, son los romanos…”.
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Estos griegos e iberos habían
apostado por un cambio drástico que resolviera su apurada situación. Muchos se
habían mostrado recelosos. Pero finalmente las ideas de progreso se impusieron
y fue solicitada la ayuda de la joven república de Roma, abriendo una nueva era
de cambio en toda la península ibérica.
Creo que la Iglesia Católica ha tenido mejores papas que Juan Pablo II, pero confieso aquí que le tomo prestada su famosa frase para titular esta entrada de mi blog. "No tengais miedo", fueron sus primeras palabras desde la Plaza de San Pedro, cuando
inauguró su pontificado en 1978.
Hacía tiempo que no escribo de
política. Pero, como dijo el almirante Nimitz, “hoy es el día más apropiado”, pues se constituyen los ayuntamientos
españoles generados en las pasadas elecciones municipales. Y realmente creo que
este pueblo, que yo mismo he criticado en anteriores artículos de este mismo blog por su adormecida voluntad, tiene hoy motivos para estar satisfecho de sí
mismo. Pues no es pequeño el paso adelante que se ha atrevido a dar en los
últimos comicios. Haríamos bien en no subestimar el valor de tantas papeletas audaces
que han apostado por el “qué diablos, adelante”.

Sin embargo, ahora han sido muchos los
valientes. Y hoy estoy orgulloso de esos patriotas que no han votado el mismo
color de siempre, sino que han sacado el arco iris y han teñido su papeleta de colores nuevos y fragantes. Ellos han abierto
una ventana en esta habitación cerrada, han dejado entrar al aire y al sol.
Ellos han demostrado que otro voto es posible, que no estamos resignados a
elegir entre la carne y el pescado.

Y es que parece que se acaba de romper
el falso mito de las dos Españas, el de la España bicolor. El mapa político
español nacido de los sufragios, es un mapa multicolor, más acorde con la
realidad ciudadana de este país. Ciudadanos de a pie han dado la espalda a los
miedos y se han echado a volar en el mundo de los cambios y las alternativas.
Bien es cierto que lo podían haber hecho antes. Pero aun así, yo me descubro ante los
patriotas españoles que han apostado por lo nuevo.
Y no por casualidad, esta situación
me recuerda a cuanto he leído sobre esa leyenda llamada Espíritu de la
Transición. Un espíritu o estado de ánimo que, según dicen, era verdaderamente
democrático, que permitía expresarse y ser escuchados a todos, donde toda
opinión era respetada y bienvenida. Un espíritu del “tú conmigo”, en lugar del “o
tú o yo”.
Acabo de escuchar por la radio
cómo prometía su cargo la nueva alcaldesa de Madrid. Y en contra de lo que
aseguraban algunos, doy fe de que esta excelente señora acaba de prometer
ejercer su cargo “con lealtad al Rey y
guardar y hacer guardar la Constitución”. Algunos esperaban oírla echar
espumarajos por la boca y arrojar al público el ejemplar de la Constitución
allí presente. Pero no. Nada de eso ha sucedido. Por mi parte, no puedo otra
cosa más que desearle buen gobierno y mis mejores deseos.
![]() |
D. Enrique Tierno Galván |
Como dije más arriba, era yo muy
pequeño, pero según me cuentan mis mayores, una psicosis muy semejante ocurrió
en Madrid en 1976, cuando un izquierdista llamado Enrique Tierno Galván se aupó
a la alcaldía de la capital de España, al frente del ya desaparecido Partido
Socialista Popular (PSP) y en alianza con el Partido Comunista de España (PCE).
Los años le hicieron pasar de ser llamado “el rojo” a… Don Enrique. Murió
siendo alcalde y todavía está por ver que le llegue un sucesor digno. Yo le
tengo un especial afecto por ser el principal traductor al castellano de la
obra de mi amado Edmund Burke.
Con lo cual, no tengan miedo. Si
España ha sobrevivido a Aznar, a Zapatero, a Urdangarín y a Artur Más, es que
aún tenemos España para rato. Dejemos trabajar a los jueces y a los votos. No
olviden que este es el país más fuerte del mundo, según dijo Otto Von Bismarck.
Por cierto, qué diablos… Viva
España.
Y nada de federaciones. Nosotros no somos Estados Unidos o Suiza……Tenemos la obligación de hacer de España un gran país.
Josep Tarradellas i Joan
Presidente de la Generalitat de Catalunya hasta 1980